Al trabajar desde casa surgen una serie de inconvenientes, como las distracciones con las labores del hogar o el aumento de la sensación de aislamiento. El coworking soluciona eso, brindando un espacio compartido entre trabajadores en la misma situación, generando sinergias entre ellos. 

En principio para algunos, parece indiferente asistir a unas oficinas u a otras, pero la posibilidad de encontrar un coworking cerca y evita los gastos asociados al trasporte, es un buen aliciente, volviendo a referenciar a Capterra el 72% opina que las prestaciones para los desplazamientos serían un buen aliciente para ir a las oficinas ya que casi la mitad esta de acuerdo en que son gastos que debería asumir la empresa. 

En Distrito HM discuten cuales son los puntos por los que alguien preferiría ir a unas oficinas de coworking que a las propias oficinas de su empresa. No solo encontramos que habla de la ubicación, si no que el ambiente más relajado de los coworking evita la sensación de «ponerse su personalidad laboral». Además los espacios de trabajo conjunto generan mayor sentido de pertenencia al ser más reducidos, o en nuestro caso por las actividades offsite planteadas. 

En definitiva, el coworking se perfila como una alternativa viable para quienes buscan un equilibrio entre la flexibilidad del trabajo remoto y la estructura de un entorno profesional. Su crecimiento demuestra que cada vez más profesionales valoran la posibilidad de elegir espacios de trabajo que se adapten a sus necesidades. Con el tiempo, es probable que las empresas consideren estos espacios como una opción más dentro de sus modelos híbridos, ofreciendo a los empleados la libertad de decidir dónde son más productivos y fomentando comunidades de trabajo más dinámicas y colaborativas.